Construyendo el futuro de Europa

El presidente y fundador de Areté, Luis Ravina, estuvo el pasado jueves con el que fuera ministro de Economía, y actual vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, para analizar la crisis del coronavirus, a nivel económico y europeo, en un webinar al que se conectaron cerca de mil quinientas personas. Aquí os dejamos algunas claves: 

1. El momento actual de la economía mundial está marcado por dos fuerzas contrapuestas: la pandemia y las actuaciones de política económica. La pandemia ha puesto de manifiesto que la economía mundial no estaba preparada para más de dos meses de confinamiento y eso ha llevado a un derrumbe del PIB, con un impacto relativamente relevante en los mercados financieros. Y por otro lado las actuaciones de política económica, que en las principales zonas económicas del mundo han consistido en la política fiscal y las actuaciones de política monetaria. 

2. La situación de la economía europea está sumida en un alto nivel de incertidumbre, lo que hace las proyecciones complicadas. El PIB cayó en la zona Euro cerca de un 4% en el primer trimestre del año en relación con el último trimestre del año anterior. Las medidas de confinamiento y paralización económica, de dos semanas, bastaron para provocar esa caída. En el primer semestre del año la caída del PIB no tendrá prácticamente precedentes desde el final de la II Guerra Mundial. La recuperación está sujeta a enormes incertidumbres: rebrotes, cómo se levantan las restricciones a la movilidad…
 3. Si no se permite actuar a los estabilizadores automáticos, o no se ponen en marcha medidas fiscales, la recesión será mucho más profunda que el 8% o 9%. Hay que actuar con intensidad aunque, en consecuencia, el endeudamiento en el caso de España pueda llegar al 115% del PIB. Ese será el gran legado de esta crisis.

4. Es el momento de que el Estado del Bienestar actúe con todas sus herramientas. La enorme caída de facturación de las empresas y de renta en las familias hay que cubrirla. Ante dicha caída de ingresos hay que evitar que los costes permanezcan bloqueados para salvar el máximo tejido empresarial posible y este pueda retomar su actividad cuando todo pase. En esta línea, la figura del ERTE ha evitado que las empresas acudan a despidos básicos: es una medida de flexibilidad que ha evitado un incremento del desempleo aún mayor. 
5. A nivel europeo sería importante una actuación unida, dando una respuesta panaeuropea con un instrumento de actuación fiscal conjunto que ahora mismo no se tiene. Eso es una decisión política, no del Banco Central Europeo, pero ese instrumento podría complementar la actuación de la política monetaria del BCE. Su ausencia, precisamente, está haciendo que surjan dudas sobre las distintas capacidades de actuación de los países ante las disparidades entre las políticas fiscales que cada uno tiene.