Las "palancas" de Joan Laporta: ¿milagro o truco?

Cuando las primeras planas de la prensa deportiva y de la prensa generalista abordan el mismo tema, se puede asumir que se trata de algo importante. En este caso, los medios españoles no han parado de hablar de las famosas palancas con las que Joan Laporta intenta salvar al club que preside, el F.C. Barcelona.

Para entender qué son las susodichas palancas, y si éstas son la salvación económica —y a través de ella deportiva— de uno de los clubes de fútbol más importantes del mundo, cabe primero analizar el contexto en el que se dan. A finales de la temporada 2020-2021, el estado de cuenta del Barcelona arrojó lo que se conoce como una quiebra técnica: un pasivo mayor que el activo y, por tanto, un patrimonio neto negativo. Esto quiere decir que, si el Barça vendiese todos sus activos, el dinero recaudado no hubiera sido suficiente para pagar todas sus deudas. El activo sumaba 1.031 millones de euros, mientras que el pasivo llegaba a los 1.482 millones de euros, por lo que había un alarmante hueco en las cuentas del club de unos 450 millones de euros. En este punto, cabe aclarar que los valores reflejados en los estados de cuentano son necesariamente los que se pagarían en el mercado, sino valores contables basados en el costo de adquisición del activo menos las amortizaciones. Este dato será de crucial importancia a continuación para comprender la estrategia financiera de Laporta.

Palancas es el nombre comercial que le dio Laporta en su primer mandato al frente de la entidad blaugrana a lo que toda la vida se ha conocido comoliquidación de activos. Esto quiere decir, vender activos a cambio de efectivo para hacer frente a obligaciones pendientes o futuras. Si el lector está atento, recordará que en líneas anteriores se mencionó que la quiebra técnica, en la que estaba sumido el club culé, significa que, incluso vendiendo todos los activos, no se recauda el dinero necesario para saldar las deudas; por lo que cabe preguntarse, ¿cómo se logró generar suficientes ingresos, no sólo para tapar el vacío contable, sino también para acometer millonarios fichajes como los de Robert Lewandowski, Jules Koundé, etcétera? La respuesta está en el matiz de que los estados de cuenta no contienen valores reales (de mercado) sino sólo los contables. La clave de las palancas de Laporta consiste en vender activos, o parte de ellos, por un valor suficientemente superior a su valor en libros. Por otra parte, también se aprovechó para la liquidación la existencia de ciertos activos intangibles, pero con un valor real que, al no haber sido adquiridos por el club, sino consolidados a través de décadas de operaciones, no constaban en el estado de cuentas, como son el valor de la marca y su reconocimiento mundial, que pueden ser explotados para generar beneficios. Las dos principales palancas activadas por Laporta fueron la venta del 25% de los derechos televisivos del Barcelona por 517 millones de euros y la venta del 49% de Barça Studios por 200 millones de euros.

Con esta información, se podría asumir que las palancas son la panacea para cuadrar cualquier balance y generar efectivo extra para más inversiones. Sin embargo, no es tan simple. La liquidación de activos conlleva dos dificultades a tomar en cuenta. La primera —ya sorteada por la junta directiva del Barça— es convencer a los inversionistas de pagar precios suficientemente altos por los activos liquidados, tarea nada fácil en época de vacas flacas, por lo que se le debe reconocer este mérito a Joan Laporta. De todos modos, los más escépticos ya apuntan a que la motivación real de los inversionistas es adquirir una posición ventajosa para la suscripción de acciones en caso de que el Barcelona se convierta en una sociedad anónima deportiva. La segunda dificultad, cuyos efectos se revelarán a largo plazo, es que la venta de un porcentaje de ciertos activos viene aparejada del lucro cesante —en la misma proporción de lo transferido— de los beneficios generados por estos activos. En este caso, el Barcelona dejará de ingresar el 25% de lo que le corresponde por concepto de derechos de televisión y el 49% de los beneficios de la empresa Barça Studios.

Sólo el tiempo dirá si la estrategia financiera de Laporta resulta exitosa a largo plazo o si, por el contrario, agudiza más la crisis económica del club por la disminución de ingresos futuros. De momento, lo único cierto es que estamos ante una fórmula que, si bien no es novedosa en el mundo de la contabilidad, podría ser el arma definitiva para que los clubes tradicionales hagan frente económicamente a los clubes estado, aprovechando que el valor intangible de su marca es infinitamente mayor.