Efectos económicos del Covid-19

El pasado viernes nos acompañó el fundador de Areté y ​catedrático de Economía Internacional de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UNAV, Luis Ravina, para hablar de los efectos económicos del Covid-19. Aquí van algunas ideas de la charla: 

1. La crisis a la que nos enfrentamos es única en la historia. ¿Por qué? Porque tiene alcance mundial y supone un parón deliberado de la economía. Por ello, no hay precedentes en otras épocas que sirvan para afrontar la situación actual y la incertidumbre es tan alta.
 
2. Por otro lado, no es una crisis comparable a las del 29 y 2008, que fueron típicamente financieras. En este caso la crisis es de oferta (entra la decisión política de parar el trabajo), aunque luego tiene sus repercusiones en la demanda. Además, esta crisis es de carácter asimétrico: no afecta a todo el mundo por igual.

3. Ahora mismo es muy difícil anticipar qué va a ocurrir dentro de unos años, pero sí es posible plantear lo que puede pasar en unos meses. El Banco de España, por ejemplo, dibuja tres escenarios que, resumidos, quedan así: El primero, que tras un confinamiento de 8 semanas, la actividad vuelve a ser la misma que antes. Normalización inmediata y supondría una caída del PIB del 6,6%. El segundo, que tras 8 semanas de confinamiento se retoma una actividad normal en el cuarto trimestre del año: caída del PIB del 8,7%. Y el tercero, que tras un confinamiento de 12 semanas y a finales de año la actividad todavía es incompleta: caída del PIB del 13,6%. En cualquier caso, el Banco de España prevé para 2021 que cualquier tipo de normalización, en el mejor de los casos, dejará el PIB un 3% por debajo de las estimaciones previas al COVID-19.

4. En la esfera política, se va a producir un aumento del gasto público. ¿Por qué? Porque, económicamente hablando, hay que evitar que se “mueran los ciudadanos”. Por eso, el apoyo a las Pymes y las rentas básicas temporales son buenas medidas económicas ahora mismo. También vamos a ver la necesidad de dinero del Gobierno. ¿Problema? Se te presta dinero en la medida en que tienes credibilidad. España no ha tenido una buena política de consolidación fiscal y eso ahora se traduce en una menor credibilidad. Ya se verá qué ocurre.
 
5. Otros aspectos a tener en cuenta son la reforma del sistema productivo, que no se ha llevado a cabo. ¿Esto qué quiere decir? Que tiene que haber sectores más flexibles, digitalizados. En definitiva, una modernización de la economía española que no es fácil y para la que hace falta consenso, pero que es necesaria. Y, por último: España es una economía abierta que depende de sus socios, sobre todo europeos. El sector exterior es importante no solo por el turismo, sino también por la industria, y se concentra en un puñado de países europeos. Por eso el futuro de España también pasa por la salud de sus socios europeos.