África

La gran desconocida. El mundo del futuro. Algunos, como el periodista español Xavier Aldekoa se atreven a hablar de ella como un océano: inabarcable. Tan rica como compleja. Tan dolida como poderosa. Como ciudadanos medios y occidentales todavía tenemos que deshacernos de los prejuicios que nos impiden acercarnos a la riqueza que esconden los países del continente africano. La libertad solo puede ejercerse cuando se sabe sobre qué se decide. Una semana más, y como parte del tercer módulo de la universidad de verano de Areté, hemos podido asomarnos a la realidad que ocurre hoy en día en los países de África.

Para entender cómo ha ido evolucionando el concepto de democracia y las formas de gobierno en los distintos países pudimos contar con Raimundo Robredo, Director General para África y Oriente Medio. La idea de África como el territorio sobre el que se libran guerras sangrientas entre países vecinos ha concluido. La inestabilidad política continúa, la calidad de las instituciones al servicio de los intereses de los ciudadanos debe mejorar; la transparencia en los procesos electorales o en el ejercicio de un cargo público y la separación de poderes serán de las últimas conquistas. Pero la concepción de los países africanos como estados en continuas batallas sanguinaria ya no es un rasgo que los defina en su actualidad. Por otra parte, lo que ha conseguido trascender cualquier frontera estatal ha sido la tecnología. Un vendedor de café en un mercado de Mombasa tiene al alcance de su mano el precio del producto en la bolsa holandesa. La velocidad de las conexiones a través de la red ha producido que cualquier movimiento, ya sea social o político, ocurra con más fuerza y se expanda hacia zonas de los países a las que antes se tardaba cinco días en llegar. África se está moviendo.

El continente se enfrenta a otros retos como el de la contaminación medioambiental. Los efectos del cambio climático tienen sus peores consecuencias en zonas más dependientes de las actividades del primer sector. Allí donde antes un agricultor podía conocer por el color de las plantas el inicio de una nueva estación, ahora debe prestar especial atención a las condiciones climatológicas de cada día que puedan perjudicar su cosecha. La consultora de marketing social y comunicaciones, Marta Baraibar, explicó cómo miles de langostas están invadiendo el este de África, una plaga que comenzó en Pakistán y arrasa a su paso tierras de cultivo. Uno solo de estos enjambres de langostas, que agrupadas ocuparían un km2, son capaces de consumir en un solo día el alimento que serviría para 35.000 personas. Las consecuencias del cambio climático global la sufren los más desfavorecidos del continente, porque también son quienes menos recursos disponen para superar sus efectos y quienes se encuentran en zonas menos desarrolladas y más volubles a los desastres naturales.

Para entender el África de hoy también hay que conocer el continente de ayer. Gracias a David Soler, investigador en el NCID, pudimos recorrer el continente desde la conferencia de Berlín en 1884, pasando por el surgimiento del panafricanismo, hasta los efectos que persisten hoy en día de la descolonización, visible en distintos países con economías más o menos fuertes según sus recursos naturales.

Frente a la etiqueta de “colonialismo” con la que la crítica europea y occidental ha decidido nombrar la actividad de China en África, Eric Olander habla de relaciones comerciales. China como un país con unas cualidades innatas para el comercio, que piensan en el mundo en clave bancaria. En el otro lado de la balanza, países africanos con necesidades de infraestructuras sólidas, y mano de obra que busca un empleo digno, no la actitud condescendiente de los europeos que venían a purificar los hechos pasados con actos de generosidad. China no está invadiendo áfrica. En palabras de Olander, las relaciones comerciales que se han establecido entre los países se cumplen bajo unos tratados y, por otra parte, la actitud de China no es la de colonizar, ya que no busca modificar la cultura, ni controlar la educación, ni siquiera trasladar su sistema de gobierno. Cada uno de los países africanos con los que comercia han aceptado la relación libremente.

La libertad, el gran reclamo de la sociedad civil actual, solo puede ejercerse cuando se conoce la realidad. Para participar en la transformación del mundo de hoy, es necesario tener claves que ayuden a interpretar cómo y hacia dónde está cambiando. Quiénes son los actores, la razón por la que se toman unas decisiones y se desprecian otras, el rumbo que marcan las instituciones o los valores inamovibles que concretan el por qué, la razón de ser de tales decisiones. La libertad de ahora en adelante exige conocer en profundidad para poder elegir bien.