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La España vacía

Durante los últimos años, se han ido abriendo diversos frentes para la política española de diferente calado: el problema de las pensiones, el conflicto catalán, el Bréxit, etc. Uno de ellos ha ocupado un puesto de relevancia entre los programas políticos de los partidos en las repetidas ocasiones que, durante este año, los españoles nos hemos visto abocados a las urnas. Hablamos de la España vacía, un problema a veces abstracto que conviene delimitar y pararse a pensarlo. 

El 31 de marzo de 2019 se citaron en la capital las principales plataformas (Teruel Existe y Soria ¡YA!) que tratan de paliar los problemas provocados por la despoblación, bajo el lema de “ser pocos no resta derechos”. Esta concentración tuvo una gran afluencia, que no dejó indiferentes a los partidos políticos. A la luz de los datos oficiales (INE y Eurostat), podemos deducir que los principales problemas de la despoblación son dos: la emigración de las zonas rurales a las grande urbes, y la baja natalidad

En un artículo de Eleconomista.es se mencionan las provincias que se han visto más afectadas por la emigración (Zamora, Ávila, León y Cáceres) aunque son muchas las que también se han visto gravemente afectadas (Palencia, Cuenca, Ciudad Real y Asturias, entre otros). Esta migración se produce principalmente entre los jóvenes, que acuden a la oferta profesional propia de las grandes ciudades, que, a su vez, con el aumento de población, se incrementa, por ello Barcelona y Madrid son las ciudades que más han notado la llegada de los emigrantes. 

Por otro lado, resulta interesante, también, el hecho de que en la ecuación no solo entra en juego la migración juvenil, sino también el descenso de la natalidad, que no contribuye a frenar la despoblación, sino que la aumenta. Problema que, como vemos, no solo afecta a nuestro sistema de la Seguridad Social, sino también en otros ámbitos. 

Con todo ello, las numerosas plataformas no dejan de solicitar la mejora de los servicios (principalmente médicos), así como la de las conexiones (AVE y autopistas): “ser pocos no resta derechos”. Así, para solucionar el problema de la despoblación no implica tan solo paliar la situación, y dotar de los medios que se solicitan, no sería suficiente porque el problema seguiría ahí, hay que ir a la raíz: ¿Cómo se puede retener el talento de las zonas rurales? ¿Cómo hacer que estas zonas sean más competentes? ¿Están los pueblos avocados a la extinción? ¿A qué esperamos para recuperar la natalidad? ¿Qué es lo que buscamos los jóvenes?