El pasado viernes nos acompañó el catedrático de Historia de la Filosofía y profesor emérito de la Universidad de Navarra, Rafael Alvira, para comentar en clave política las medidas económicas tomadas como consecuencia del Covid-19. Aquí van algunas ideas de la charla: 
 

1. Una de las características principales de la libertad del hombre es su capacidad para autodeterminarse. El uso de esa capacidad, y su consecuente acierto o error, llevan a una mayor o menor libertad. 

2. Una de las consecuencias de la autodeterminación es la dialéctica del poder, que surge cuando el hombre, haciendo uso de su libertad, intenta poseerlo todo. La dialéctica del poder está detrás de buena parte de los problemas políticos y económicos actuales. 

3. Solo la amistad o el amor verdadero generan un elemento central en la vida humana: la confianza. Una sociedad que no es capaz de generar confianza dispara el problema del poder, porque es el único sustituto válido a la falta de confianza. 

4. La democracia es el gran concepto que sintetiza la modernidad. Hoy en día se habla de déficit democrático, lo que significa que el poder político y económico son tan fuertes que no dejan que todos seamos libres e iguales. Y sin igualdad existe el riesgo de que el más fuerte le quite la libertad al más débil. El aumento del poder del Estado y las multinacionales en el mercado amenazan la libertad e igualdad generales de la población. Por eso, como dijo Aristóteles, la democracia solo puede funcionar con una amplia clase media, que es la que representa el poder de una libertad e igualdad muy equilibradas, que no están amenazadas por fuerzas excesivamente grandes. 

5. El globalismo económico acabará sufriendo como consecuencia el populismo político si no se protege a la clase media y se genera confianza. Para recuperar la confianza es necesario volver a dar fuerza a las tres grandes columnas donde se engendra: la familia, los maestros (no los profesores) y la Iglesia. Para generar confianza hay que conseguir que esos tres pilares funcionen. Este es uno de los grandes problemas del globalismo y por el que, quizá, cabe pensar ha ido demasiado rápido.